
El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) es una condición neurobiológica crónica que afecta no solo a los niños, sino que persiste en la edad adulta, con una prevalencia que oscila entre el 2.5% y el 4.4% a nivel global. El manejo de esta condición, caracterizada por la inatención, la hiperactividad y la impulsividad , se centra tradicionalmente en medicamentos estimulantes que actúan sobre la dopamina y la noradrenalina.
Sin embargo, existe una frustración palpable entre quienes lidian con esto día a día. Aproximadamente el 30% al 35% de las personas con TDAH no responden adecuadamente a los tratamientos farmacológicos de primera línea, o bien, experimentan efectos secundarios intolerables como aumento de la ansiedad, problemas de sueño o una sensación generalizada de “lentitud” o embotamiento emocional. Ante estas necesidades insatisfechas, es natural que muchos individuos, impulsados por el creciente acceso al cannabis, exploren la automedicación como una vía para encontrar alivio.
El objetivo de este artículo es proporcionar una revisión crítica y detallada de la evidencia científica reciente sobre el uso de cannabinoides en el TDAH. La meta es discernir con claridad los beneficios reportados por los pacientes de los resultados clínicos comprobados, permitiendo a los individuos afectados tomar decisiones verdaderamente informadas en colaboración con sus profesionales de la salud.
¿Por Qué Funciona el Cannabis para el TDAH ?
(o Creemos que Funciona)
Motivaciones Detrás de la Automedicación
Los estudios que examinan las experiencias de quienes lo usan (la evidencia cualitativa) revelan motivaciones profundas para el consumo de cannabis que van más allá del simple uso recreativo. Los reportes de adultos con TDAH consistentemente señalan que los cannabinoides son utilizados para aliviar síntomas específicos de la desregulación emocional y conductual, lo que apoya la teoría de la automedicación.
Los principales motivos de uso incluyen la mejora en la pobre tolerancia a la frustración, la reducción de los estallidos de ira, el manejo del aburrimiento crónico y la disminución de la ansiedad. Algunos pacientes han reportado que el cannabis les crea un estado de “hiperconcentración” que les permite sentarse y realizar tareas complejas (como leer o escribir ensayos) con un enfoque que no logran con la medicación estándar.
El manejo de las comorbilidades es otro factor crucial. Los cannabinoides, particularmente el Cannabidiol (CBD), son valorados por mejorar el sueño (un problema prevalente en el TDAH) y reducir la ansiedad. De hecho, se ha reportado en casos clínicos que la adición de una preparación con THC y CBD (Bediol) neutralizó eficazmente los efectos adversos como el insomnio y la agitación que el Bedrocan (principalmente THC) había inducido inicialmente. Este patrón de uso sugiere que nuestra automedicación a menudo se dirige más a la Desregulación Afectiva y las comorbilidades (ansiedad y sueño) que al déficit de atención puro, revelando una importante brecha terapéutica en los tratamientos convencionales.
El Mecanismo Neurológico: El Rol del Sistema Endocannabinoide
El TDAH es fundamentalmente un trastorno de la función ejecutiva , que se manifiesta como una desregulación de los procesos atencionales, conductuales y emocionales. Esto implica una disfunción en los circuitos del cerebro que dependen de los neurotransmisores Dopamina (DA) y Noradrenalina (NA).
El Sistema Endocannabinoide (SEC) es un sistema de señalización endógeno que actúa como un regulador clave en el cerebro. La evidencia reciente subraya que el SEC modula estrechamente la vía dopaminérgica del cerebro, la cual está intrínsecamente ligada a la motivación y el control de la atención. Por lo tanto, revisiones científicas emergentes (2024) postulan que el SEC desempeña un papel significativo en la fisiopatología del TDAH y representa un posible objetivo terapéutico.
Este vínculo biológico entre el SEC y el TDAH es complejo y plantea una seria advertencia. Aunque la manipulación con cannabinoides puede sentirse beneficiosa a corto plazo, estudios preclínicos en modelos de TDAH sugieren que la manipulación de este sistema regulador del cerebro, especialmente en la adolescencia, podría empeorar los déficits en el control de la impulsividad. Esto sugiere que, si bien los cannabinoides exógenos como el THC imitan los ligandos naturales del SEC, su uso en un sistema ya disfuncional puede tener consecuencias negativas a largo plazo.
La Evidencia Clínica: ¿Existe Eficacia Comprobada?
La Ausencia de Recomendaciones Firmes
A pesar del interés y la evidencia obtenida de personas que se automedican, la investigación clínica rigurosa no ha seguido el ritmo de la legalización. El consenso científico actual, basado en revisiones recientes de la literatura, es que, debido a la falta de estudios controlados sólidos, el cannabis no está recomendado para el tratamiento del TDAH. Los investigadores reiteran que se necesita una investigación exhaustiva para comprender las ventajas y desventajas en la población de TDAH.
Resultados del Ensayo Clínico Controlado
El estudio clínico controlado más citado sobre el uso de cannabinoides para el TDAH es el ensayo piloto EMA-C (Experimental Medicine in ADHD-Cannabinoids), publicado en 2017. Este fue un estudio de prueba, donde se comparó el tratamiento con un placebo (sustancia inactiva), en 30 adultos con TDAH.
Los resultados fueron mixtos: el ensayo no encontró una diferencia significativa en el rendimiento cognitivo o los niveles de actividad entre el grupo activo y el grupo placebo. Esto sugiere que el cannabis no es un potenciador de la atención comparable a los estimulantes. Sin embargo, el grupo activo sí mostró una mejora nominalmente significativa en los síntomas de hiperactividad/impulsividad.
La conclusión que se desprende de este ensayo piloto es que el beneficio que perciben los pacientes probablemente se deba a la mitigación de los síntomas de hiperactividad e impulsividad (el “freno” conductual), en lugar de una mejora en la inatención central del TDAH.
El Potencial Específico del Cannabidiol (CBD)
El Cannabidiol (CBD), al ser no psicoactivo, se investiga como un compuesto con menor riesgo, conocido por sus efectos ansiolíticos, antiinflamatorios y neuroprotectores. Los estudios de prueba sobre ansiedad demuestran que los productos de cáñamo con alto contenido de CBD son bien tolerados y pueden reducir significativamente los síntomas de ansiedad, con mejoras concurrentes en el estado de ánimo y la calidad del sueño.
Actualmente, el CBD es el principal candidato para la investigación clínica rigurosa en TDAH. Existen estudios de investigación registrados destinados a examinar la seguridad y eficacia de un aceite de CBD enriquecido con terpenos (totalmente libre de THC) específicamente para niños diagnosticados con TDAH. Esto indica que la comunidad científica está buscando vías de menor riesgo para abordar las comorbilidades y los síntomas disruptivos (como la hiperactividad y el insomnio) que impulsan la automedicación.
El Factor de Riesgo: TDAH y la Adicción al Cannabis
La Causalidad Biológica del Riesgo
El factor de riesgo más importante que debemos considerar es la fuerte correlación entre el TDAH y el abuso de sustancias. El TDAH es un factor de riesgo ampliamente identificado para el inicio temprano del consumo y la escalada hacia el uso regular.
Estudios genéticos recientes demuestran que la predisposición genética favorece el consumo de cannabis en personas con TDAH. La investigación sugiere una relación causal unidireccional: tener TDAH hace que el riesgo de consumir cannabis a lo largo de la vida sea casi 8 veces mayor en comparación con personas sin TDAH.
Esta vulnerabilidad no se limita al inicio del consumo, sino que se traduce en un riesgo significativamente mayor de desarrollar un problema grave de dependencia de cannabis (conocido como Trastorno por Uso de Cannabis). Un análisis reciente de múltiples estudios indicó que las personas con TDAH tienen un riesgo casi 3 veces mayor de desarrollar esta dependencia a lo largo de la vida que la población general.
Poblaciones Vulnerables y Consecuencias
La adolescencia y la adultez emergente (hasta mediados de los 20 años) constituyen el periodo de mayor riesgo, ya que el cerebro aún se encuentra en una etapa crítica de desarrollo. El uso frecuente de cannabis durante esta etapa está asociado con posibles efectos negativos en el pensamiento y la concentración, dependencia física e impedimentos sociales.
Si bien algunas revisiones sistemáticas no han encontrado un impacto negativo adicional del cannabis en las tareas de función ejecutiva en jóvenes con TDAH , es fundamental interpretar estos hallazgos con cautela. La ausencia de evidencia de daño adicional no debe interpretarse como evidencia de seguridad. Se requieren estudios longitudinales a largo plazo para comprender los efectos reales.
El riesgo tan elevado de dependencia de cannabis en la población con TDAH implica un peligro inherente si el paciente encuentra alivio parcial de sus síntomas. Esta dependencia puede llevar a una escalada en la dosis, exacerbando potencialmente la disfunción ejecutiva y los síntomas centrales del TDAH a largo plazo. Además, el consumo de cannabis se ha asociado con interacciones que, en combinación con estimulantes para el TDAH (como el metilfenidato), podrían provocar problemas cardíacos graves.
El Desafío de la Dosis y la Individualidad
Dosificación Impredecible y el Efecto Bifásico
La administración de cannabinoides presenta un desafío crítico en términos de dosificación. La respuesta del organismo al cannabis es altamente individual y está influenciada por factores genéticos. Los cannabinoides exhiben una respuesta impredecible según la dosis; a esto se le llama respuesta bifásica: una dosis baja puede ofrecer la estimulación o el enfoque buscado, pero una dosis alta puede causar el efecto contrario, es decir, un empeoramiento de la función cognitiva.
Actualmente, no existe literatura científica que proporcione pautas de dosificación estandarizadas y seguras para pacientes con TDAH. Los reportes de casos muestran una variabilidad masiva en los niveles del principal componente psicoactivo, el THC que los pacientes consumen para lograr el alivio sintomático. Debido a la naturaleza impredecible de la respuesta y la falta de protocolos clínicos, la única directriz de seguridad ampliamente aceptada es la de “empezar bajo, ir lento y quedarse bajo”.
Conclusión: Decisiones Informadas y Empoderamiento
La experiencia de los pacientes con TDAH que buscan alivio en los cannabinoides es legítima y está respaldada por una evidencia cualitativa que sugiere un beneficio real en áreas que los tratamientos tradicionales a menudo no cubren, especialmente la desregulación emocional, la impulsividad y el sueño. Los resultados preliminares del ensayo EMA-C validan parcialmente esta experiencia al mostrar una mejora en la hiperactividad/impulsividad.
Sin embargo, el peso de la evidencia de riesgo es ineludible. El TDAH confiere una vulnerabilidad biológica que aumenta drásticamente el riesgo de desarrollar dependencia de cannabis en casi 3 veces. Dada la falta de protocolos de dosificación seguros y la toxicidad individual variable de los productos no regulados, la comunidad médica no puede recomendar el cannabis para el TDAH en la actualidad.
Para quienes están explorando esta opción o ya la están utilizando, el enfoque mas adecuado es hacerlo bajo supervisión médica, para poder prevenir y manejar cualquier complicación relacionada con el uso de cannabis para el manejo de los síntomas asociados al trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Recuerda que acá puedes agendar una cita conmigo.
Referencias:
- Cortese S, Adamo N, Del Giovane C, et al. Comparative efficacy and tolerability of medications for attention-deficit hyperactivity disorder in children, adolescents, and adults: a systematic review and network meta-analysis. The Lancet Psychiatry. 2018;5(9):725-738.
Faraone SV, Asherson P, Banaschewski T, et al. Attention-deficit/hyperactivity disorder. Nat Rev Dis Primers. 2015;1:15020.
Mechler K, Al-Ayadhi L, Benvenuto A, et al. Advances in Pharmacological Treatment of Attention-Deficit/Hyperactivity Disorder: A Review of the Literature. Brain Sci. 2022;12(11):1458.
Study to Evaluate the Efficacy and Safety of CBD Oil in Children With ADHD. ClinicalTrials.gov. Identifier: NCT06542445.
Schaub M, Hiltunen A. Medical Cannabis for Adult Attention Deficit Hyperactivity Disorder: A Case Report. Med Cannabis Cannabinoids. 2018;1(2):112-118.
St Clair M, Cooper RE. Prevalence of Cannabis Use Disorder in Attention-Deficit Hyperactivity Disorder: A Systematic Review and Meta-Analysis. J Atten Disord. 2024;28(7):737-748.
Patel P, Shah P, Thakkar J, et al. Cannabis Use in Patients With Attention Deficit Hyperactivity Disorder – A Benefit or a Curse? A Systematic Review. Cureus. 2023;15(7):e40969.
Mitchell JT, Cuttler C, Roth R, et al. “I hate to say normally, but it does help me feel normal”: Cannabis use motivations, effects, and perceived harms and benefits amongst adults with and without attention-deficit/hyperactivity disorder. ResearchGate. 2024.
Cooper RE, Williams E, Logiudice A, et al. Case report: Medical cannabis for adult attention deficit hyperactivity disorder. Front Psychiatry. 2022;13:8489316.
Lee N. ADHD y marihuana: ¿El cannabis empeora el TDAH? Leafwell. 2024.
Kerekes N, Ljungberg T, Serre L, et al. Attention Deficit Hyperactivity Disorder, Cannabis Use, and the Endocannabinoid System: A Scoping Review. Dev Psychobiol. 2024;66(5):e22540.
Panlilio LV, Goldberg SR. Cannabinoid modulation of the mesocorticolimbic dopamine system: A mechanism for effects on motivation and attention. Pharmacol Biochem Behav. 2021;205:173177.
Kerekes N, Ljungberg T, Serre L, et al. Attention Deficit Hyperactivity Disorder, Cannabis Use, and the Endocannabinoid System: A Scoping Review. Dev Psychobiol. 2024;66(5):e22540.
Vestergaard G, Klement K, Olsen NV, et al. The Endocannabinoid System as a Potential Therapeutic Target in ADHD: Insights from a Preclinical Model. Cannabis Cannabinoid Res. 2025;10(1):15-27.
Faraone SV, Antshel KM, Biederman J. A systematic review of the efficacy and safety of cannabis in the treatment of attention-deficit/hyperactivity disorder. Int J Neuropsychopharmacol. 2022;25(10):809-818.
Cooper RE, Williams E, Logiudice A, et al. Cannabinoids in attention-deficit/hyperactivity disorder: A randomised-controlled trial. Eur Neuropsychopharmacol. 2017;27(8):795-808.
Zolezzi C, Eyles D, Bunting D, et al. Cannabidiol: An overview of its therapeutic potential and current evidence. DrugBank. 2023.
Wang GS, Kunkel G, Wang S. Individual Variation in Response to Cannabis Products: The Challenge of Establishing Standard Safe Doses. Pharmaceuticals (Basel). 2023;16(5):732.
Mucka S, Jarmolowicz D, Skowronski M, et al. The efficacy and tolerability of a high-CBD, hemp-derived sublingual solution for anxiety: An open-label pilot clinical trial. Cannabis Cannabinoid Res. 2024;9(2):221-229.
Soler Artigas M, Buitelaar JK, Franke B, et al. Attention-Deficit/hyperactivity Disorder and Lifetime Cannabis Use: Genetic Overlap and Causality. Mol Psychiatry. 2020;25(10):2493–2503.
Cawkwell PB, Mitchell JT, Roth R, et al. Neurodevelopmental Effects of Cannabis Use in Adolescents and Emerging Adults with ADHD: A Systematic Review. Harv Rev Psychiatry. 2021;29(4):251-261.
Stueber A, Cuttler C. Understanding the Relationships between ADHD Symptoms and Cannabis-Related Consequences among Young Adults. Cannabis. 2025;8(1):1-12.
Cooper RE, Williams E, Logiudice A, et al. Neurodevelopmental Effects of Cannabis Use in Adolescents and Emerging Adults with ADHD: A Systematic Review. Harv Rev Psychiatry. 2021;29(4):251-261.
Cooper RE, Williams E, Logiudice A, et al. Cannabis use and functional connectivity in young adults with ADHD. J Affect Disord. 2018;231:160-166.
Wang GS, Kunkel G, Wang S. Individual Variation in Response to Cannabis Products: The Challenge of Establishing Standard Safe Doses. Pharmaceuticals (Basel). 2023;16(5):732.
Huppertz D, Meyer MR, Meyer M, et al. Cannabis-based medicine and fitness to drive in a patient with Tourette syndrome and comorbid ADHD. Front Psychiatry. 2025;16:1595649.
Stueber A, Cuttler C. “I use weed for my ADHD”: a qualitative analysis of online forum discussions on cannabis use and ADHD. PLoS One. 2016;11(5):e0156614.
Huppertz D, Meyer MR, Meyer M, et al. Cannabis for the Treatment of Attention Deficit Hyperactivity Disorder: A Report of 3 Cases. Pharmaceuticals (Basel). 2023;16(5):732.
Faraone SV, Antshel KM, Biederman J. A systematic review of the efficacy and safety of cannabis in the treatment of attention-deficit/hyperactivity disorder. Int J Neuropsychopharmacol. 2022;25(10):809-818.
Cawkwell PB, Mitchell JT, Roth R, et al. Neurodevelopmental Effects of Cannabis Use in Adolescents and Emerging Adults with ADHD: A Systematic Review. Harv Rev Psychiatry. 2021;29(4):251-261.
Ly T, Gehricke JG. Cannabis use and functional connectivity in young adults with ADHD. J Affect Disord. 2018;231:160-166.
Patel P, Shah P, Thakkar J, et al. Cannabis Use in Patients With Attention Deficit Hyperactivity Disorder – A Benefit or a Curse? A Systematic Review. Cureus. 2023;15(7):e40969.
St Clair M, Cooper RE. Prevalence of Cannabis Use Disorder in Attention-Deficit Hyperactivity Disorder: A Systematic Review and Meta-Analysis. J Atten Disord. 2024;28(7):737-748.
Charach A, Yeung E, Climans T, et al. Prevalence of Adolescent Cannabis Vaping: A Systematic Review and Meta- analysis of US and Canadian Studies. J Addict Dis. 2024;28(7):737-748.
Stueber A, Cuttler C. Understanding the Relationships between ADHD Symptoms and Cannabis-Related Consequences among Young Adults. Cannabis. 2025;8(1):1-12.
St Clair M, Cooper RE. Prevalence of Cannabis Use Disorder in Attention-Deficit Hyperactivity Disorder: A Systematic Review and Meta-Analysis. J Atten Disord. 2024;28(7):737-748.




