Si bien el cannabis puede ser utilizado para tratar diversas condiciones de salud, como el dolor crónico, la ansiedad o el insomnio, su uso antes de manejar un vehículo puede generar situaciones peligrosas. A continuación, te explico los hallazgos de tres estudios científicos recientes que arrojan luz sobre cómo el cannabis puede afectar la capacidad para conducir.
¿Cómo afecta el cannabis a la capacidad de conducir?
El cannabis tiene efectos sobre las habilidades cognitivas y motoras, lo que puede comprometer la seguridad al volante. Estos efectos incluyen:
Tiempo de reacción más lento: Después de consumir cannabis, puede que tu capacidad para reaccionar rápidamente a situaciones imprevistas, como frenar de emergencia o esquivar un obstáculo, se vea afectada. Esto ocurre porque el THC, el principal componente intoxicante del cannabis, altera la percepción del tiempo y el espacio.
Disminución de la coordinación: La coordinación entre la vista y el movimiento también puede verse alterada. Por ejemplo, maniobrar el volante, frenar adecuadamente o mantener una posición estable dentro del carril puede ser más difícil bajo los efectos del cannabis.
Alteración de la atención: Conducir requiere dividir la atención entre diferentes tareas, como observar el tráfico, seguir las señales y controlar el vehículo. El cannabis puede reducir la capacidad de realizar estas tareas simultáneamente, aumentando el riesgo de cometer errores.
¿Qué pasa cuando conduces bajo los efectos del cannabis?
El principal componente psicoactivo del cannabis es el THC (tetrahidrocannabinol). Este químico altera la forma en que el cerebro procesa la información, lo que afecta varias funciones críticas necesarias para la conducción, como el tiempo de reacción, la coordinación y la capacidad de prestar atención a varias cosas a la vez. Uno de los problemas más frecuentes es la oscilación lateral, que se refiere a moverse de un lado a otro dentro del carril. Esto aumenta el riesgo de perder el control del vehículo
¿Qué tan conscientes somos de estos efectos?
Un estudio reciente investigó cómo los conductores que consumen cannabis perciben su capacidad para manejar. A algunos participantes se les preguntó si se sentían listos para conducir después de consumir cannabis. Curiosamente, aquellos que dijeron no sentirse preparados mostraron un mayor nivel de deterioro en el control lateral del vehículo. Sin embargo, incluso aquellos que se sentían listos para conducir también experimentaron ciertos niveles de deterioro. Esto significa que nuestra propia percepción de estar “bien” para manejar puede no ser confiable.
Diferencias entre el alcohol y el cannabis en la conducción
Es importante destacar que, aunque tanto el alcohol como el cannabis afectan la conducción, lo hacen de manera diferente. Mientras que el alcohol suele hacer que los conductores sean más impulsivos y arriesgados, el cannabis tiende a hacer que los usuarios conduzcan de manera más lenta y cautelosa. Sin embargo, esto no significa que sea más seguro; de hecho, el aumento en la variabilidad de la velocidad y la incapacidad de mantener el carril pueden incrementar las probabilidades de un accidente.
¿Cuánto tiempo debes esperar antes de conducir después de consumir cannabis?
El impacto del cannabis en la conducción varía según la dosis y la forma de consumo. Después de fumar o vaporizar cannabis, el tiempo de máxima afectación ocurre dentro de los primeros 40 minutos, pero los efectos pueden durar entre 3 y 4 horas. En el caso de los comestibles, el inicio del efecto es más lento, pero su duración puede ser más prolongada, por lo que se recomienda esperar al menos 6 horas antes de conducir.
¿Cómo se detecta la intoxicación por cannabis?
A diferencia del alcohol, donde existe una prueba clara para medir los niveles de intoxicación (como el alcoholímetro), con el cannabis no existe una correlación clara entre la cantidad de THC en la sangre y el nivel de deterioro. Esto se debe a que el THC se metaboliza de manera diferente en cada persona y puede permanecer en el cuerpo durante días o incluso semanas sin que haya un deterioro activo de las capacidades para manejar.
Conclusión: No subestimes los riesgos
Conducir bajo el efecto del cannabis no solo pone en peligro tu seguridad, sino también la de los demás. Aunque sientas que puedes manejar, tu capacidad para controlar el vehículo, reaccionar rápidamente y prestar atención puede verse comprometida. Además, los niveles de THC en sangre no son un buen indicador del riesgo, por lo que no te confíes solo en ellos.
Mi recomendación como médico es clara: si consumes cannabis, no conduzcas. Si es parte de tu tratamiento, asegúrate de esperar el tiempo suficiente para que sus efectos desaparezcan antes de ponerte al volante. Tomar precauciones es la mejor manera de cuidar de ti y de los demás en la carretera.
Referencias:
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