
La relación entre el cannabis y la sexualidad humana ha sido objeto de debate durante décadas, al ser ambos temas mayormente considerados tabú dentro de la sociedad. Desde antiguas tradiciones que atribuían a la planta propiedades afrodisíacas hasta estudios científicos modernos que examinan sus efectos en el placer y la función sexual, el uso del cannabis en contextos de intimidad y salud sexual despierta tanto interés como controversia. A continuación, exploraremos los mecanismos fisiológicos, la evidencia científica y las consideraciones prácticas sobre el impacto del cannabis en la sexualidad.
Antecedentes Históricos y Contexto Actual
El uso del cannabis con fines relacionados a la sexualidad se remonta a épocas y civilizaciones antiguas, por ejemplo la tradición Ayurveda, atribuye a la planta propiedades que potenciaban el deseo y la experiencia erótica. A lo largo del tiempo, el cannabis ha sido vinculado en la cultura popular con la idea de incrementar la intimidad y el placer sexual, siendo considerado en algunos contextos un afrodisíaco natural.
En la actualidad, la regulación del cannabis y la expansión de su uso medicinal y recreativo en varios países, han impulsado una mayor investigación sobre sus efectos en diferentes ámbitos de la salud, incluyendo la salud sexual. Este cambio de paradigma ha permitido a investigadores y profesionales de la salud explorar tanto los beneficios potenciales como los riesgos asociados con su consumo en el contexto de la sexualidad humana.
El Rol de los Cannabinoides en la Función Sexual
El cannabis contiene mas de 500 compuestos con efectos sobre el cuerpo humano, principalmente el delta-9-tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabidiol (CBD). Estos cannabinoides interactúan con el sistema endocannabinoide (SEC), una red de receptores distribuidos en el cerebro y en otros órganos que regula procesos esenciales como el dolor, el apetito, la memoria y la respuesta al estrés.
Los receptores cannabinoides, especialmente el CB1, están presentes en áreas del cerebro vinculadas a la percepción sensorial, la emoción y el placer. Además, los receptores cannabinoides y los endocannabinoides se encuentran en órganos sexuales y reproductivos, donde actúan como moduladores esenciales de diversos procesos. En el sistema reproductivo femenino, por ejemplo, se ha observado que el sistema endocannabinoide regula la ovulación, la preparación del endometrio para la implantación del embrión y, en general, la fertilidad; en el ovario y otras estructuras, los endocannabinoides influyen en la liberación y equilibrio de hormonas sexuales. En el caso de los hombres, estos compuestos participan en la regulación de la función testicular, afectando la producción, calidad y motilidad de los espermatozoides. Además, en ambos sexos, el sistema endocannabinoide modula la respuesta inflamatoria y el flujo sanguíneo local, lo cual puede impactar la excitación y el placer sexual. La similitud estructural del THC con la anandamida, un endocannabinoide natural, permite que este compuesto influya en la liberación de neurotransmisores como la dopamina y la oxitocina, fundamentales en la respuesta sexual y en el disfrute del orgasmo. Asimismo, el CBD, conocido por sus propiedades ansiolíticas, puede contribuir a reducir inhibiciones y facilitar la relajación durante el acto sexual.
Este entramado neuroquímico explica, en parte, por qué algunos usuarios reportan una experiencia sexual intensificada y un aumento en el deseo, aspectos que han sido identificados en diversas encuestas y estudios de autoinforme.
Evidencia Científica sobre los Efectos del Cannabis en la Sexualidad
La investigación sobre el cannabis y la sexualidad ha avanzado, aunque presenta limitaciones metodológicas en los estudios. La mayoría de las investigaciones se han basado en autoinformes y encuestas que, a pesar de sus desventajas, han permitido identificar tendencias relevantes como:
Aumento en la frecuencia y placer sexual:
Un estudio de Sun y Eisenberg (2017) examinó datos de encuestas nacionales y encontró que tanto hombres como mujeres que consumían cannabis de forma regular reportaban una mayor frecuencia de relaciones sexuales. Específicamente, las mujeres que usaban cannabis diariamente mostraban un aumento en el número de encuentros íntimos en comparación con aquellas que nunca lo consumían.Mejora en la Función Sexual Femenina:
Investigaciones recientes han sugerido que el consumo de cannabis antes del sexo puede estar asociado con una mayor satisfacción sexual en las mujeres. Por ejemplo, Lynn et al. (2019) reportaron que las mujeres que usaban cannabis en contextos íntimos tenían más probabilidades de experimentar orgasmos satisfactorios y una mayor libido, lo que se vincula con el efecto relajante y ansiolítico de los cannabinoides.- Percepción y Experiencia Orgásmica:
Estudios de autoinforme de la década de los 70 y 80, complementados por investigaciones modernas, han evidenciado que una proporción significativa de usuarios percibe que el cannabis potencia la intensidad del orgasmo y mejora la experiencia sensorial durante el acto sexual. Sin embargo, también se han identificado casos en los que dosis excesivas pueden producir efectos contrarios, como la inhibición del orgasmo o dificultades en el rendimiento sexual.
Al mismo tiempo, también existen preocupaciones entre la comunidad científica en los siguientes aspectos:
Impacto en la Fertilidad y la Función Hormonal: Algunos estudios han sugerido que el uso crónico y excesivo de cannabis podría estar relacionado con una reducción en los niveles de testosterona y una disminución en la calidad del esperma en hombres. Estas alteraciones pueden afectar la fertilidad, por lo que es importante considerar la dosis y la frecuencia de consumo.
Efectos Contradictorios en la Respuesta Sexual: Aunque dosis moderadas pueden potenciar el placer, cantidades elevadas pueden tener efectos depresores en la función sexual, lo que se traduce en una posible disminución del rendimiento y dificultades en alcanzar el orgasmo.
- Disminución de la lubricación vaginal: Algunos estudios sugieren que el consumo de THC, especialmente por vía inhalada, podría estar relacionado con un aumento en la sequedad vaginal. Esto se atribuye a la capacidad del THC para modular la función de las glándulas responsables de la lubricación vaginal, afectando la hidratación y el confort durante el encuentro sexual.
Variabilidad Individual: La respuesta al cannabis es altamente individual y depende de factores como la genética, el estado de salud y la experiencia previa con la sustancia. Por ello, lo que resulta beneficioso para algunos puede no serlo para otros, haciendo indispensable el consumo responsable.
Implicaciones para la Salud Sexual y Recomendaciones de Uso
La integración del cannabis en la salud sexual debe abordarse de forma holística. Para los adultos que buscan explorar sus potenciales beneficios en el ámbito sexual, es fundamental:
Elegir la quimiovariedad adecuada: Las variedades predominantes en CBD son preferibles para reducir la ansiedad sin comprometer el rendimiento sexual.
Dosis Moderadas: Iniciar con 2mg de THC o 5 mg de CBD permite evaluar la tolerancia individual antes de incrementar gradualmente.
Comunicación en Pareja: Discutir expectativas y experiencias previas evita malentendidos y optimiza los beneficios
- No usar lubricantes cannábicos que sean a base de aceite con preservativos de látex: Ya que los aceites pueden degradar el material del condón, aumentando el riesgo de ruptura y comprometiendo su eficacia protectora contra infecciones de transmisión sexual y embarazos no deseados. Por ello, es preferible optar por lubricantes a base de agua o silicona, que son compatibles con el látex y garantizan una experiencia sexual segura.
Asimismo, es esencial distinguir entre el uso recreativo orientado a potenciar la experiencia sexual y el manejo de posibles disfunciones, en cuyo caso la consulta con un especialista en cannabis resulta imprescindible.
Conclusión:
El conocimiento del sistema endocannabinoide y la interacción de los cannabinoides con las funciones hormonales y nerviosas abre nuevos caminos para tratar disfunciones sexuales. Aunque la evidencia es preliminar, se requieren estudios controlados para definir dosis óptimas y contraindicaciones. El cannabis tiene el potencial de mejorar la excitación y la experiencia sensorial, aunque sus efectos varían según la dosis, la frecuencia y la calidad del producto.
Referencias:
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