Cómo usar Cannabis de forma más segura: Guía práctica de reducción de riesgos

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El Cannabis puede ofrecer beneficios terapéuticos y bienestar a muchas personas, pero también puede generar riesgos para la salud si se usa sin información adecuada. Esta guía resume recomendaciones prácticas, basadas en la mejor evidencia científica disponible, sobre cómo reducir los daños asociados al consumo de Cannabis, tanto en contextos recreativos como medicinales.

1. La forma más segura de evitar riesgos es no consumir

La manera más efectiva de evitar cualquier efecto negativo del cannabis es no consumirlo. Quienes deciden usarlo deben saber que existen riesgos agudos (como accidentes o malestares intensos) y crónicos (como dependencia o efectos en la salud mental). Estos riesgos no son iguales para todas las personas, ni en todas las situaciones: dependen del tipo de cannabis, la frecuencia, la edad de inicio, la forma de consumo y las características de cada persona.

2. Retrasar el inicio del consumo reduce riesgos

Comenzar a usar cannabis a edades tempranas, especialmente antes de los 16 años, se ha asociado con mayor riesgo de efectos negativos en la salud mental, el rendimiento académico, las relaciones sociales y el desarrollo cerebral. Si decides consumir, es mejor hacerlo lo más tarde posible en la vida.

3. Prefiere productos con bajo THC y alto CBD

El THC es el componente psicoactivo que produce la sensación de “estar volado”, pero también puede causar ansiedad, paranoia y aumentar el riesgo de episodios psicóticos, especialmente en personas vulnerables. El CBD, en cambio, tiene un efecto modulador que puede reducir estos riesgos. Se recomienda utilizar productos con bajo contenido de THC y con una proporción alta de CBD.

4. Evita los cannabinoides sintéticos

Productos como el “spice” o el “K2”, y otros cannabinoides sintéticos peligrosos que imitan el efecto del THC pero son fabricados químicamente, pueden provocar efectos mucho más severos, incluyendo convulsiones, psicosis o incluso la muerte. Estos productos deben evitarse por completo.

5. Evita fumar cannabis si puedes

Fumar cannabis implica inhalar materiales combustos que pueden afectar los pulmones, provocar tos crónica y otros problemas respiratorios. Métodos alternativos como los vaporizadores o los comestibles eliminan parte de estos riesgos. No obstante, los comestibles también tienen sus desafíos, como el retardo del efecto y la posibilidad de consumir más de lo necesario.

6. No retengas el humo

Inhalar profundamente o retener el humo no aumenta los efectos del cannabis, pero sí incrementa la absorción de compuestos tóxicos en los pulmones. Se recomienda inhalar suavemente y exhalar de manera natural.

7. Evita el uso frecuente o intensivo

Usar cannabis todos los días o casi todos los días está relacionado con un mayor riesgo de desarrollar dependencia, afectar la motivación y la memoria, e incrementar problemas de salud mental. Se recomienda mantener un consumo ocasional, por ejemplo, solo fines de semana o días específicos.

8. No conduzcas bajo los efectos del cannabis

El cannabis afecta los reflejos, el tiempo de reacción y la capacidad de atención, lo que aumenta el riesgo de accidentes de tránsito. No se debe conducir ni operar maquinaria pesada por lo menos durante las primeras 6 horas después del consumo, y más tiempo si se trata de dosis altas, concentrados o comestibles. La combinación de cannabis con alcohol aumenta significativamente el riesgo y debe evitarse totalmente.

9. Hay personas que deberían evitar el cannabis

El consumo de cannabis no es seguro para todos. En especial, deben evitarlo:

  • Personas con antecedentes personales o familiares de psicosis o trastornos por uso de sustancias

  • Mujeres embarazadas, debido al riesgo para el feto o el recién nacido

  • Personas con enfermedades mentales activas o no tratadas

Estas recomendaciones se basan en principios de precaución, dado que los efectos pueden ser impredecibles en estas poblaciones.

10. Evita combinar factores de alto riesgo

El riesgo no solo depende de un factor aislado, sino de la combinación de varios. Por ejemplo, empezar a consumir a una edad temprana, hacerlo con frecuencia, usar productos con alto THC y fumarlos, multiplica el riesgo de sufrir efectos negativos. Se recomienda evitar estos patrones combinados de uso.

11. Almacena los productos con seguridad

Los productos de cannabis, especialmente los comestibles, deben mantenerse lejos del alcance de niños y mascotas. Incluso una pequeña cantidad puede provocar intoxicaciones graves en personas vulnerables.

Recomendaciones prácticas según la forma de uso

Comestibles, cápsulas y aceites

  • Comienza con dosis muy bajas (1 o 2 mg de THC).

  • Espera al menos 2 a 3 horas antes de repetir dosis.

  • Evita mezclar con alcohol.

  • Lee siempre las etiquetas para conocer la potencia del producto.

Fumar o vaporizar

  • Prefiere vaporizadores de hierba seca, que producen menos compuestos tóxicos.

  • No retengas el humo ni inhales profundamente.

  • Evita extractos de alta potencia como el wax o el shatter.

  • Usa papel sin aditivos ni blanqueadores.

Pipas y bongs

  • Límpialos frecuentemente con alcohol isopropílico y sal.

  • Usa dispositivos de vidrio o materiales seguros que no liberen toxinas al calentarse.

Conclusión:

Usar cannabis de forma más segura implica tomar decisiones informadas, responsables y conscientes. No se trata solo del producto que eliges, sino de cómo lo usas, con qué frecuencia, en qué contexto y en qué momento de tu vida.

Si estás usando cannabis y tienes dudas sobre su seguridad, sus efectos a largo plazo o cómo aprovechar mejor sus beneficios terapéuticos, agenda una consulta médica especializada.

Referencias:

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