¿El Cannabis Medicinal es solo efecto placebo… o hay algo más?

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Si alguna vez escuchaste la frase “si sirve para todo, no sirve para nada” cuando alguien habla de Cannabis medicinal, no estás solo. A mí también me la han dicho, incluso en medios académicos donde esperaría que la gente esté mucho mas informada. Por eso hoy quiero dar a conocer la razón detrás de los múltiples efectos terapéuticos de la mal llamada marihuana, ya que hay una ciencia sólida y cada vez más reconocida que la estudia: la endocannabinología.

Como médico dedicado al estudio de la misma, te comparto un poco de la historia detrás de la ciencia que ha dejado en claro qué el cannabis no es un placebo (aunque, como cualquier tratamiento, puede presentar este efecto), y por qué funciona de manera tan amplia en el cuerpo humano.

El descubrimiento que lo explica todo: el sistema endocannabinoide

Durante la década de 1960, un grupo de investigadores bajo la dirección del profesor Raphael Mechoulam se hizo la pregunta de por qué el Cannabis tenía efectos intoxicantes al ser usado por los humanos, lo que los llevó a aislar y determinar la estructura del THC en 1964, el principal componente activo del Cannabis. A partir de ese hallazgo, en 1992 se descubrió el primer endocannabinoide (la Anandamida, un cannabinoide producido por el propio cuerpo), lo que revolucionó la forma de entender la acción de estos en el organismo. Estos avances abrieron la puerta a una amplia investigación sobre cómo el sistema endocannabinoide regula procesos tan diversos como el dolor, el apetito, la memoria y la respuesta al estrés mediante una red de receptores que se activan con moléculas similares a las producidas por la planta de marihuana pero fabricadas por nuestro propio cuerpo. A este conjunto de sustancias se le llamó sistema endocannabinoide y a la ciencia que lo estudia, endocannabinología.

Pero hay más: recientemente se ha empezado a hablar del endocannabinoidoma, una red aún más amplia que incluye a otros receptores, enzimas y sistemas de señalización relacionados, lo que explica por qué el cannabis puede tener efectos tan diversos y profundos sobre la salud humana.

¿Entonces el Cannabis sirve para muchas cosas?

Sí, pero no todo tipo de cannabis sirve para todo, ni todas las personas reaccionan igual. Aquí es donde entra el verdadero reto del uso médico del cannabis: la elección adecuada de los cannabinoides y terpenos, la dosis, la vía de administración según la patología o síntoma a tratar, en lo que se conoce como individualización del tratamiento.

Por ejemplo, el THC puede ser útil para el dolor neuropático o el insomnio, mientras que el CBD es más efectivo para la ansiedad o la inflamación. Y todo eso puede potenciarse o cambiar si hay terpenos como el mirceno, el linalool o el pineno presentes.

Diferenciando el Efecto Terapéutico del Placebo

El efecto placebo no es simplemente “un alivio producido por la mente”, sino que involucra respuestas neurofisiológicas reales. Cuando un paciente espera experimentar alivio, se activan circuitos cerebrales que liberan endocannabinoides de forma natural, modulando la percepción del dolor. Estas respuestas son medibles y pueden incluir cambios en la actividad de neurotransmisores, la liberación de dopamina y otros moduladores que, en conjunto, disminuyen la sensación dolorosa.

Uno de los retos clínicos ha sido establecer que los beneficios observados en muchos pacientes no se deban únicamente a un efecto placebo. Estudios pioneros dirigidos por Fabrizio Benedetti han demostrado que la analgesia inducida por placebos puede estar mediada por el propio sistema endocannabinoide. En dichas investigaciones , se comprobó que la analgesia placebo no opioide depende de la activación de los receptores CB1, ya que al aplicar un antagonista de estos receptores se observó una notable reducción o eliminación del alivio placebo. En esencia, la expectativa de alivio puede desencadenar mecanismos intrínsecos de analgesia, los cuales se ven reflejados en la activación de los receptores CB1.

Por otra parte, revisiones recientes sobre el uso del cannabis en el tratamiento del dolor han señalado que, en estudios con diseño adecuado y doble ciego, los efectos analgésicos atribuibles al cannabis pueden diferir significativamente de los efectos de un placebo. Los estudios con diseño doble ciego minimizan la influencia de las expectativas del paciente, permitiendo separar claramente el efecto farmacológico de la acción específica de los cannabinoides.

La importancia del conocimiento

Por todo esto, el cannabis no es una receta mágica que sirve para todo y para todos igual. Es una herramienta poderosa, pero solo cuando se utiliza de forma personalizada y basada en ciencia.

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Conclusión:

El conocimiento del sistema endocannabinoide ha sido clave para distinguir los efectos farmacológicos reales del cannabis de aquellos que podrían atribuirse simplemente a un efecto placebo. Gracias a la endocannabinología, hoy se pueden diseñar terapias más personalizadas y basadas en evidencia científica, lo que abre la puerta a un uso más seguro y eficaz del cannabis medicinal, dejando claro que el cannabis no es placebo. Es medicina cuando se entiende cómo funciona el cuerpo y se elige bien cómo usarlo.

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