¿El Cannabis medicinal funciona? Analizo la revisión de JAMA que concluye que NO

¿El Cannabis medicinal funciona? Analizo la revisión de JAMA que concluye que NO

Recientemente, se publicó una revisión importante en la revista JAMA (Journal of the American Medical Association) que ha generado titulares alarmistas en todo el mundo que señalan que “la evidencia es insuficiente” para usar Cannabis en la mayoría de las condiciones médicas, y que los riesgos podrían superar a los beneficios.

Si eres uno de los miles de pacientes que ha logrado dormir, reducir sus analgésicos o recuperar su calidad de vida gracias a esta planta, leer esto puede ser frustrante o confuso. Es probable que te preguntes: “¿Me lo estoy imaginando? ¿Por qué la ciencia dice que no sirve mientras yo me siento mejor?”

Como médico que es testigo de la eficacia del Cannabis día a día en su consulta, quiero explicarles por qué este estudio llega a esas conclusiones y por qué, desde mi punto de vista, sus métodos no logran capturar la realidad terapéutica de la planta.

La revisión de JAMA incluyó Ensayos Clínicos Aleatorizados (ECA), revisiones sistemáticas, guías de práctica clínica, meta-análisis e incluso reportes de caso, por lo que sus conclusiones no se pueden aplicar al paciente individual. Además, al no ser sistemática ni evaluar sesgos, los autores pudieron haber incluido estudios de mala calidad o haber dejado fuera estudios positivos relevantes. No aplicaron el filtro de calidad estándar que se espera para una afirmación tan contundente como “no hay evidencia”.

La realidad es que el Cannabis no es una sola molécula. Ustedes no toman “THC puro”; toman extractos de planta completa o formulaciones magistrales que incluyen una variedad de compuestos: terpenos, flavonoides y cannabinoides menores.

La metodología de este tipo de ensayos ignora el Efecto Séquito, donde todos estos compuestos trabajan en sinergia para potenciar el efecto terapéutico y reducir los efectos adversos. Estudiar el Cannabis aislando una molécula es como intentar entender la belleza de una sinfonía escuchando cada instrumento por separado. La medicina botánica requiere un enfoque más complejo que el estándar de la farmacéutica tradicional.

Teniendo esto en cuenta, paso a controvertir las conclusiones presentadas respecto a cada una de las indicaciones de uso de Cannabis medicinal que fueron analizadas:

1. Cannabis para el Dolor (Crónico y Oncológico): Lo que veo en mis pacientes

  • Lo que dice el estudio: Las guías citadas recomiendan en contra del uso de cannabis para el dolor crónico no oncológico debido a beneficios limitados. Para el dolor por cáncer, afirman que la evidencia es insuficiente para recomendarlo a favor o en contra.
  • La realidad clínica: En la práctica, el alivio del dolor con cannabis no siempre es “anestesia total”. El cannabis mejora la tolerabilidad al dolor, reduce la inflamación y mejora el estado de ánimo asociado al sufrimiento. En pacientes con cáncer, no solo tratamos el dolor físico, sino el “dolor total” (ansiedad, falta de apetito, insomnio), algo que un ensayo clínico enfocado en una escala numérica de 1 a 10 no logra medir adecuadamente.

2. Esclerosis Múltiple y Espasticidad: La contradicción regulatoria

  • Lo que dice el estudio: Reconocen que el medicamento Nabiximols (un spray de THC:CBD) tiene un efecto grande en la mejora de la espasticidad. Sin embargo, como no está aprobado por la FDA de EE. UU. (aunque sí en Canadá y Europa), la postura general sigue siendo cautelosa.
  • La realidad clínica: Este punto demuestra que el problema a veces es burocrático, no médico. Si el estudio admite que funciona para la rigidez muscular en Esclerosis Múltiple, ¿por qué dudar de su eficacia? En la consulta, vemos cómo los extractos equilibrados devuelven la movilidad a los pacientes, coincidiendo con la evidencia internacional que el estudio menciona pero minimiza por temas regulatorios.

3. Epilepsia y Convulsiones: ¿Solo para niños?

  • Lo que dice el estudio: Confirman que el CBD farmacéutico es eficaz para síndromes convulsivos pediátricos graves (Dravet y Lennox-Gastaut). Pero para la epilepsia en adultos, concluyen que la evidencia es “insuficiente”.
  • La realidad clínica: Es biológicamente inconsistente pensar que el cannabis deja de funcionar mágicamente cuando el paciente cumple 18 años. La “insuficiencia” de evidencia en adultos se debe a la falta de estudios financiados, no a que la planta no funcione. Muchos adultos con epilepsia refractaria logran controlar sus crisis con formulaciones ricas en CBD, tal como lo hacen los niños.

4. Náuseas, Apetito y VIH: Más allá del THC sintético

  • Lo que dice el estudio: Se reconoce un beneficio pequeño en náuseas por quimioterapia y aumento de peso en VIH, pero señalan que los fármacos modernos podrían ser superiores a los cannabinoides antiguos como el dronabinol.
  • La realidad clínica: El dronabinol (THC sintético) suele tener efectos psicoactivos desagradables. En cambio, la planta completa es mejor tolerada y ofrece el beneficio doble de controlar la náusea y estimular el apetito (el famoso “munchies”) de forma natural, algo vital para pacientes en quimioterapia o con pérdida de peso severa que no quieren tomar más pastillas.

5. Demencia, Parkinson y Glaucoma: Áreas en investigación

  • Lo que dice el estudio: Para la demencia, indican que no mejora la cognición y hay poca certeza sobre los síntomas de comportamiento. Para Parkinson y Glaucoma, dicen que la evidencia es insuficiente.
  • La realidad clínica: En demencia, no buscamos “mejorar la memoria” (cognición), sino calmar la agitación y mejorar la calidad de vida del cuidador y el paciente; en eso, los cuidadores suelen reportar grandes alivios. Respecto al Glaucoma y Parkinson, aunque faltan estudios robustos, muchos pacientes reportan alivio sintomático (reducción de temblores o presión ocular) que no deberíamos descartar solo porque falta un ensayo clínico masivo.

6. Tratamiento del insomnio: ¿Por qué mejora tu descanso?

  • Lo que dice el estudio: Hacen una recomendación débil en contra del uso para insomnio, citando datos de baja calidad.
  • La realidad clínica: En mi consulta, el sueño es a menudo lo primero que mejora. Los estudios suelen usar dosis fijas que no se adaptan al paciente. Nosotros ajustamos la dosis milimétricamente (usando CBD, CBN, THC y terpenos específicos) para lograr un descanso reparador que los estudios rígidos no detectan.

7. Ansiedad y Salud Mental: El error de confundir uso médico con abuso

  • Lo que dice el estudio: Recomiendan no usarlo para ansiedad, depresión o TEPT, advirtiendo sobre riesgos de psicosis, especialmente con productos de alta potencia.
  • La realidad clínica: Tienen razón en que el cannabis de alta potencia (>10% THC) usado sin control es riesgoso. Pero en medicina, usamos dosis bajas y controladas, equilibradas con CBD (que es ansiolítico). El estudio demoniza la herramienta por su mal uso recreativo, sin diferenciarlo del uso clínico supervisado.

8. Adicción vs. Dependencia: ¿Por qué el estudio confunde conceptos?

  • Lo que dice el estudio: Advierten que hasta un 29% de usuarios médicos podrían tener “Trastorno por Uso de Cannabis” (CUD).
  • La realidad clínica: El estudio usa criterios psiquiátricos como la “tolerancia” o “abstinencia”. Pero en medicina, dependencia física no es adicción. Si dejas un antidepresivo de golpe, te sientes mal; eso es dependencia, no adicción. La verdadera adicción afecta tu funcionamiento en el día a día de manera negativa. Mis pacientes, por el contrario, recuperan su vida, vuelven a trabajar y son más funcionales gracias al tratamiento.

9. Seguridad Cardiovascular y Pulmonar

  • Lo que dice el estudio: Enfatizan riesgos de infarto y bronquitis, asociados principalmente al uso inhalado diario.
  • La realidad clínica: Estos datos vienen de las personas que fuman Cannabis. En medicina priorizamos aceites, cápsulas o vaporización, eliminando la combustión y reduciendo con ello drásticamente estos riesgos. Como médicos, gestionamos el riesgo igual que con cualquier otro medicamento.

Conclusión: Tu mejoría es la evidencia que más importa

El estudio de JAMA concluye que “la evidencia es insuficiente”. En lenguaje científico, esto no significa que no funcione; significa que la medicina basada en plantas no encaja en el modelo cuadrado de la industria farmacéutica.

Mientras la ciencia metodológica se pone al día, nosotros seguiremos guiándonos por la evidencia del mundo real: la mejora clínica, la seguridad supervisada y, lo más importante, tu bienestar.

¿Te ha funcionado el tratamiento a pesar de lo que dicen estos titulares? Déjame saber en los comentarios.

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