Cannabis y Cirugía: Lo que Debes Saber Antes de Operarte

femenina en un quirófano siendo soemtida a la inducción anestésica

Muchos pacientes asumen que, por ser una planta “natural” o legal, su consumo es inofensivo en un contexto médico. Algunos incluso creen que podría ayudarles a calmar la ansiedad antes de una cirugía o a manejar el dolor después. Sin embargo, la evidencia científica nos cuenta una historia muy diferente. Cuando tu cuerpo se somete al gran estrés físico de una cirugía y la anestesia, el consumo de Cannabis se convierte en un factor médico muy importante que debemos gestionar con la misma seriedad que la diabetes o la hipertensión.

Si estás leyendo esta guía, es probable que te estés preparando para una cirugía y te preguntes cómo tu consumo de Cannabis podría influir en este importante evento de tu vida. El propósito de este artículo es precisamente ese: ofrecerte información detallada y basada en la evidencia científica más reciente como las directrices clínicas del Colegio Americano de Cirujanos (ACS) y la Sociedad Americana de Anestesia Regional y Medicina del Dolor (ASRA) para que juntos podamos asegurar que tu procedimiento quirúrgico sea lo más seguro y exitoso posible.

Cómo Preparar Tu Cuerpo para una Cirugía Exitosa si Consumes Cannabis

Tu equipo quirúrgico, compuesto por cirujano, anestesiólogo y el personal de apoyo, tiene un único interés: tu seguridad. Por lo anterior es importante que compartas con ellos la información sobre tu consumo de Cannabis antes de la cirugía, para que puedan construir un plan de cuidado personalizado y seguro para ti. Una conversación honesta y abierta no solo es bienvenida sino necesaria para protegerte de posibles complicaciones.   

¿Qué Debo Decirle a mi Anestesiólogo sobre mi Consumo de Marihuana?

El primer y más importante paso es tener una conversación detallada con tu cirujano y, especialmente, con tu anestesiólogo, quien para planificar tu cuidado de la manera más segura, necesita conocer los siguientes detalles de tu consumo:

  • Tipo de producto y Vía de administración: ¿El producto que utilizas tiene un alto contenido de THC o de CBD? ¿Consumes la flor de la planta, concentrados, comestibles o aceites?   
  • Frecuencia y Dosis: ¿Eres un consumidor diario o solo ocasional? ¿Qué cantidad sueles consumir? La cronicidad del uso influye en la forma en que tu cuerpo se ha adaptado al cannabis, lo que tiene implicaciones directas para la anestesia.   
  • Último Consumo: Esta es, quizás, una de las piezas de información más importantes. Tu anestesiólogo necesita saber la fecha y la hora exactas de tu último consumo antes de la cirugía.   

Esta información le permite a tu anestesiólogo anticipar y planificar. Le ayuda a elegir los fármacos más adecuados, a prever la necesidad de ajustar las dosis y a diseñar una estrategia de manejo del dolor postoperatorio que sea efectiva para ti.

El Impacto del Cannabis en Tu Corazón y Pulmones Antes de la Anestesia

Aunque no lo sientas en el día a día, el consumo de cannabis, especialmente al fumar o vapear, tiene efectos significativos en tus sistemas cardiovascular y respiratorio.

Tu Sistema Cardiovascular bajo la influencia del Cannabis: El consumo de productos con THC por vía inhalada provoca una respuesta cardiovascular inmediata. Tu frecuencia cardíaca puede aumentar y tu presión arterial puede fluctuar, lo que aumenta la carga de trabajo de tu corazón. La evidencia científica es alarmante: el riesgo de sufrir un infarto agudo de miocardio en personas con enfermedad arterial coronaria establecida es hasta cinco veces mayor en la primera hora después de fumar cannabis. Para los consumidores crónicos, los riesgos también incluyen una mayor propabilidad de arritmias cardíacas y accidentes cerebrovasculares.   

Tus Pulmones y los riesgos de la inhalación: Fumar o vapear cualquier sustancia, incluido el cannabis, irrita e inflama el tejido delicado de tus vías respiratorias, de manera similar al tabaco. Esta irritación puede causar tos y producción excesiva de flema.   

En el quirófano, una vía aérea inflamada puede hacer que la inserción de un tubo de respiración (intubación) sea mucho más difícil y arriesgada. Además, esta inflamación crea lo que los médicos llamamos una “vía aérea hiperreactiva”, lo que significa que tus vías respiratorias pueden reaccionar de forma exagerada y peligrosa, causando un laringoespasmo (cierre súbito de las cuerdas vocales) o un broncoespasmo (estrechamiento de los bronquios). Fumar cannabis también se ha asociado con uvulitis, una hinchazón de la úvula (“la campanilla”), que puede obstruir aún más la vía aérea y aumentar el riesgo de aspiración (cuando el contenido del estómago pasa a los pulmones).

¿Cuándo Exactamente Debo Dejar de Consumir Cannabis Antes de mi Cirugía?

Hay una regla no negociable: si llegas al hospital el día de tu procedimiento mostrando signos de intoxicación aguda por cannabis (confusión, paranoia, juicio alterado), tu cirugía será pospuesta o cancelada.   

Las razones se centran en tu seguridad. Primero, se considera que no tienes la capacidad de dar un consentimiento informado válido. Segundo, y más importante, el riesgo de administrar anestesia a un paciente intoxicado es inaceptablemente alto, ya que la respuesta de tu cuerpo a los fármacos se vuelve peligrosamente impredecible.

Con respecto a cuento tiempo antes del ingreso al quirófano debe suspenderse el uso de cannabis o sus derivados, existen varias recomendaciones de sociedades médicas:

  • Colegio Americano de Cirujanos (ACS): Aconsejan suspender el uso de todos los productos de cannabis (THC y CBD) al menos 72 horas (3 días) antes de una cirugía programada.   
  • Sociedad Americana de Anestesia Regional y Medicina del Dolor (ASRA): Recomiendan que una cirugía electiva se retrase por un mínimo de 2 horas después de que un paciente haya fumado cannabis. ¡Ojo! Esto no es una luz verde para consumir hasta 2 horas antes. Es una medida de seguridad mínima para evitar el pico de riesgo de infarto. La recomendación más segura sigue siendo un período de abstinencia mucho más largo.   
  • Clínicas Especializadas: En algunos campos, como la cirugía oral, se puede aconsejar una pausa de hasta 14 días.   

La regla de las 2 horas de la ASRA busca mitigar el riesgo cardiovascular agudo. La recomendación de 72 horas del ACS tiene un objetivo más profundo: permitir que tu cuerpo comience a “reiniciarse” de los efectos crónicos. Un período de abstinencia más largo permite que la sensibilidad de tus receptores comience a normalizarse, haciendo que tu respuesta a la anestesia sea más predecible.   

Como especialista, mi recomendación es que apuntes siempre al período de abstinencia más largo posible. Las 72 horas son un excelente punto de partida. Si eres un consumidor diario, una pausa de una a dos semanas sería ideal.

La Interacción del Cannabis con la Anestesia en el Quirófano

Una vez en el quirófano, el trabajo del anestesiólogo es mantener un delicado equilibrio. El consumo de cannabis complica significativamente este acto.

La Necesidad de “Más Anestesia”: Un Desafío para Tu Anestesiólogo

Los pacientes que consumen cannabis de forma regular requieren dosis significativamente más altas de agentes anestésicos.   

  • Propofol: Puedes necesitar entre un 15% y un 30% más de este fármaco para inducir la anestesia. En algunos casos, hasta tres veces la dosis normal.   
  • Anestésicos Inhalados: También se ha observado una mayor necesidad de gases anestésicos como el sevoflurano.   
  • Otros Sedantes: La tolerancia puede extenderse a otros medicamentos como el midazolam, el fentanilo y la ketamina.   

El Riesgo de Inestabilidad Durante el Procedimiento: Manteniendo el Equilibrio

Aumentar la dosis de anestésicos no es algo que se pueda hacer sin repercusiones. Fármacos como el propofol pueden disminuir la presión arterial y deprimir la función cardíaca. Esto crea un dilema para el anestesiólogo: deben administrar suficiente fármaco para mantenerte dormido, pero sin causar una caída peligrosa de la presión arterial. El consumo de cannabis reduce el “margen de seguridad” de estos fármacos.   

El mayor desafío no es solo usar más fármaco, sino la imprevisibilidad de tu respuesta. La potencia del THC en los productos comerciales varía enormemente. Esto obliga al anestesiólogo a ajustar constantemente las dosis en tiempo real, lo que es más complejo y arriesgado. Tu comunicación honesta antes de la cirugía es la única herramienta que tiene tu anestesiólogo para reducir esta peligrosa incertidumbre.   

Cannabis durante la Recuperación y el Manejo del Dolor Postoperatorio

La fase de recuperación es tan importante como la cirugía misma. El consumo de cannabis puede introducir varios desafíos en este período.

La Paradoja del Dolor: ¿Por Qué el Cannabis Puede Aumentar el Dolor Después de Operarte?

Aunque muchas personas usan cannabis para el dolor crónico, la evidencia es clara: en el contexto del dolor agudo postoperatorio, el consumo regular de cannabis se asocia con puntuaciones de dolor más altas.   

Como consecuencia, estos pacientes requieren mayores cantidades de analgésicos opioides y los necesitan durante más tiempo. Esto crea un círculo vicioso: sientes más dolor, necesitas más opioides, y esto aumenta el riesgo de efectos secundarios y de desarrollar una dependencia a largo plazo.   

¿Y el CBD? La evidencia es mixta. Algunos estudios prometedores sugieren que puede reducir el dolor y la necesidad de opioides después de ciertas cirugías. Sin embargo, otras revisiones concluyen que la evidencia actual es insuficiente para recomendar su uso general para el dolor agudo.   

Síndrome de Abstinencia de Cannabis: Qué Síntomas Esperar y Cómo se Manejan

Si eres un consumidor diario, la interrupción abrupta puede desencadenar el Síndrome de Abstinencia de Cannabis.   

  • Síntomas Comunes: Pueden comenzar 24-48 horas después de tu último consumo e incluyen irritabilidad, ansiedad, insomnio, pérdida de apetito y, notablemente, náuseas y malestar estomacal.   
  • Confusión Diagnóstica: El mayor peligro es que sus síntomas (ansiedad, náuseas) pueden confundirse con los de complicaciones graves de la cirugía como una infección o un coágulo. Si tu equipo médico no sabe de tu consumo crónico, pueden iniciar pruebas innecesarias buscando una complicación que no existe.   

Informar a tu equipo les permite reconocer y tratar la abstinencia correctamente.

Otros Obstáculos en Tu Recuperación: Náuseas y Cicatrización

  • Náuseas y Vómitos Postoperatorios (NVPO): Paradójicamente, el consumo crónico puede aumentar el riesgo de náuseas y vómitos después de la cirugía.
  • Cicatrización de Heridas: Fumar cualquier sustancia, ya sea tabaco o cannabis, reduce la cantidad de oxígeno que llega a tus tejidos. Una oxigenación deficiente puede llevar a una cicatrización más lenta y un mayor riesgo de infección.   

Referencias:

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